lunes, 30 de marzo de 2009



















(
paz ambigua)

martes, 24 de marzo de 2009




el temor a la vejez ¿envejece?

el temor a la muerte ¿enmuerta?
¿qué estoy haciendo con los miles yo
de compañeros muertos?
¿me estoy enmuerteando yo?
¿acaso les temo/amados?
¿te acaso temo paco/cara
como una alegría humana?
¿o los envidio yo tal vez?
¿o los envidio yo tal vez?
¿juntos como anduviéramos ahora
sin sufrir propio y ajeno?
¿pero por qué me lloro en vos-
otros pedazos de mi vida?
¿acaso puedo al fin llorar?
¿puedo por fin al fin llorar?



Juan Gelman de "Notas", 1979





soy en la medida en que actúo, cuando creo un campo poético, ahí entiendo la idea de ser, de estar...





(luego no soy nada)










Desalojada de si misma, busca como volver.
El vacio en donde maniobra no responde a sus movimientos
.

Henri Michaux

miércoles, 18 de marzo de 2009






"
la conciencia es lo que hace de nosotros unos cobardes"







( cita de Hamlet. Shakespeare)



No había ningún signo sobre la piel del tiempo. Nada.
Ni siquiera el temblor de la advertencia bajo un soplo de abismo que desemboca en nunca o en ayer. Nadie.
Sólo un eco de pasos sin nada que se alejan y un lecho ensimismado en marcha hacia el final.





Olga Orozco.

domingo, 15 de marzo de 2009

















y me tomo cualquier tren a
ningún lado...






de como va el hoy

sábado, 14 de marzo de 2009




perpetuo.incesante.impermanente

jueves, 12 de marzo de 2009





tanto que mirar y escuchar



(hay días que la ansiedad me consume)

domingo, 8 de marzo de 2009

para todos sale el sol



(decía mi abuela mientras estiraba caramelo en la mesada)

jueves, 5 de marzo de 2009


hoy


mejor no saber
mejor

no



(refugio)

miércoles, 4 de marzo de 2009

Fragmento de Crave (obra de Sarah Kane)

"quiero dormir a tu lado y hacerte las compras y cargarte las bolsas y decirte cuanto me gusta estar con vos pero me siguen obligando a hacer estupideces y quiero jugar a las escondidas y regalarte mi ropa y decirte cuanto me gustan tus zapatos y sentarme en el borde de la bañera mientras te das un baño y hacerte masajes en el cuello y darte besos en los pies y llevarte de la mano e irme con vos a cenar y que no me importe que comas de mi plato y encontrarme con vos en el Rudy’s y hablar del día y tipear tus cartas y llevar tus cajas y reírme de tus paranoias y regalarte discos que nunca escucharás y ver películas buenísimas y ver películas malas y quejarme del programa de radio y hacerte fotos mientras dormís y levantarme para prepararte café con tostadas y pancitos y salir con vos a tomar café al Florent en medio de la noche y dejar que me robes los cigarrillos y que nunca tengas fuego y contarte lo que vi en la tele la otra noche y acompañarte al oculista y no reírme de tus chistes y desearte por la mañana pero dejarte dormir un poco más y mientras darte besos en la espalda y acariciarte la piel y decirte cuanto me gusta tu pelo tus ojos tus labios tu cuello tu pecho tu culo y sentarme a fumar en la escalera hasta que vuelva tu vecina y sentarme a fumar en la escalera hasta que vos vuelvas y preocuparme cuando te atrasás y asombrarme cuando te adelantás y regalarte girasoles e ir a tu fiesta y bailar hasta quedar negro y estar triste cuando me equivoque y feliz cuando me perdones y mirar tus fotos y desear haberte conocido desde siempre y tener mucho miedo cuando te enojes y se te ponga un ojo rojo y otro azul y el pelo hacia la izquierda y una cara de oriental y decirte estas preciosa y abrazarte cuando estés ansiosa y abrazarte más cuando sufras y desearte solo con olerte y abusarme al tocarte y gemir cuando esté a tu lado y gemir cuando no esté a tu lado y babear sobre tu pecho y envolverte toda la noche y sentir frío cuando me quites la manta y sentir calor cuando no lo hagas y derretirme cuando sonrías y desintegrarme cuando rías y no entender por qué creés que te estoy rechazando cuando no te estoy rechazando y preguntarme como podés pensar que yo sería capaz de rechazarte a vos y preguntarme quien sos pero aceptarte igual y contarte acerca del ángel del árbol del niño del bosque encantado que cruzó el océano porque te amaba y escribirte poemas y preguntarme porque no me creés y tener un sentimiento tan profundo que no encuentra palabras y querer comprarte un gatito y sentir celos de él cuando reciba más atención que yo y retenerte en la cama cuando te tengas que ir y llorar como un bebé cuando finalmente te vayas y vaciar los ceniceros y comprarte regalos que no quieras y llevármelos otra vez y pedirte que te cases conmigo y que me digas que no otra vez pero continuar pidiéndotelo porque aunque vos creas que no es en serio siempre fue en serio desde la primera vez y deambular por toda la ciudad pensando que sin vos está vacía y querer todo lo que querés y pensar que me estoy perdiendo a mí mismo y saber que con vos estoy a salvo y contarte de mí mismo lo peor e intentar darte lo mejor porque vos lo merecés y contestar tus preguntas cuando prefiera no hacerlo y decirte la verdad cuando en realidad no quiera e intentar ser honesto con vos porque vos lo preferís y pensar que todo se acabó pero aferrarme allí durante diez minutos más hasta que me eches fuera de tu vida y te olvides de quién soy e intentar acercarme a vos otra vez porque es hermoso aprender a conocerte y el esfuerzo vale la pena y hablarte mal en alemán y en peor hebreo y hacer el amor con vos a las tres de la madrugada y de alguna de alguna de alguna manera comunicarte algo de este amor arrasador abrumado incondicional omnipresente y sempiterno que libera la mente y enriquece el corazón este amor eterno y presente que siento por vos"







(lluvia vete)

lunes, 2 de marzo de 2009

play: lado B







cambiomipiel



CUENTO DE HADAS

Había una vez y fueron tantas veces)
un hombre que adoraba a una mujer.
Había una vez (la vez fue muchas veces)
que una mujer a un hombre idolatraba.
Había una vez (lo fue muchas más veces)
una mujer y un hombre que no amaban
o aquel o aquella que los adoraban.

Había una vez (tal vez sólo una vez)
una mujer y un hombre que se amaban.








Robert Desnos




domingo, 1 de marzo de 2009

mi corazón inerte en una larga mesa familiar






hazlo trizas (eres ásperamente raudo)




LECCIÓN DE ANATOMÍA

¿La afectividad se genera en el cerebro?

Esencialmente el cerebro es un órgano dador de sentido

y de acuerdo con estos descubrimientos de la ciencia,

la elaboración de emociones exige la interacción

de varias estructuras cerebrales.

¿Existe por lo tanto un aprendizaje de los sentimientos?

De acuerdo con este corte del cerebro parece que sí:

el agrado, la satisfacción, el placer, la angustia, el miedo

y la frustración se pueden clasificar en los

siguientes tegumentos mesencefálicos:

Como agrado, la lluvia en el jardín, su música entre

las hojas

Como satisfacción, leyendo un poema cuyas palabras

movilizan direccionalmente la elección de otros

espacios lejanos

Como placer, juntando tu pelo sobre la almohada

Como angustia, el saber que este momento no se

repetirá jamás

Como miedo, en las pesadillas donde aparece un

enorme androide

con un cuchillo en la mano

Como frustración al saber que ya no estás en este mundo

y que nunca nos volveremos a dar la mano.

Ahora queda en la cirugía de mis colegas, los doctores

de Rembrandt

suturar el pecho de estas emociones.






(del gran Alfredo Veirave)