lunes, 1 de febrero de 2010






Los santos budistas son santos incomparables
Continuo galanteo de amor lechoso, lloriqueando
Y murmurando con voces amorosas por amor,
Por perfecta compasión misericordiosa
Sin hacer un falso movimiento
de acción,

Conmiseraciones perfectamente complacientes
Por todas las cosas sensibles que sufren.
Dulces santos pasivos
Esperando por tu Santidad
Ansiando tu eventual unión
En su brillante confraternidad.

Divinos perfectos. Puedo nombrar algunos.
Los que tienen nombre. Fueron santos
De la Religión del Despertar
Y No-Existencia.
Saben que vida y muerte
El conocimiento de la vida, la mudez de la muerte,
Son gemelos duales mutuamente opuestos
Concebidos en cada aspecto de la Verdad
Que es el eje en el Centro
Y dice: "Ni vida
ni muerte — ni existencia
ni no-existencia — sino la central
falta y ausencia de ambas"


Jack Kerouak, "En el camino"