Final de época |
He llevado oscuramente en el bolsillo un pequeño proyecto de muerte personal en un país humillado. Los nervios principales se inclinan hacia la mesa y mi cobarde cabeza cae a la penumbra de la vida interior. La historia tira de las piernas y finalmente me expulsa a puntapiés del planeta, acompañado de otros cadáveres igualmente insufribles e hinchados de informaciones falsas. Qué vergüenza en la voluntad de lo viviente. Otros optaron hasta la aniquilación por indefensas verdades y otros por el dormitorio. Acorralado por todas las incertidumbres nada quedó resuelto. En mi bolsillo resta una sola y fatigada desesperación. Joaquin Giannuzzi |