Ofelia
Los labios en la gillet, los pies cayendo del balcón al desierto. La bañadera repleta de flores y el mar, las tetas azules, azules los hombros, el miedo. Soy la resucitada, la que nació con la muerte tatuada en la lengua.
¿Os reis de mí? De mí se abusan los toros y los otros: Soy la paridora de reyes, la puta vendada en el jardín de los siervos. Poseída, ida de tanto drogarme las horas: no pensar, no mirar el horror a los ojos, no desear a la bestia.
Otrora fui la predilecta, la que recibía postales violentas. Mi pose era preciosa, inútil mi devaneo, mis falsos mareos por el baldío del reino. Muda en mi idiotez de infante, prefería al loco que al pérfido padre. Mi perdición ha sido un catre de barro, brutales aplastamientos de miembros, hambre.
Mi padre fue cruel cual ínfimo beso. Se desprendió de mí y vendióme. Carne, carne, carne para apalear el silencio.
Mi nombre es huérfano ahora, Ofelia no soy yo. No sé morir y, sin embargo, muero.
by Lola Arias